La colaboración entre adidas y Tony Delfino se inspiró en los uniformes de secundaria y en aquellos personajes que destacan por ser diferentes, auténticos y únicos: los campeones de nada.
La colección incluyó tanto calzado como prendas de vestir, y su lanzamiento recreó una auténtica experiencia escolar, con escenarios que iban desde un aula hasta la cooperativa y el recreo.
En TD Room, se montó un salón de clases donde los asistentes podían crear su propio banderín, participar con su foto en el cuadro del deshonor o llevarse una copa-trofeo personalizada con su nombre grabado.
Por su parte, el Café TD se ambientó como una cooperativa escolar, ofreciendo dulces en empaques diseñados para la colaboración y un sorteo con cartones de chicles miniatura.
Finalmente, en Outline se recreó el momento del recreo, con una ambientación completa, hot dogs, frutsis y snacks, evocando la nostalgia y el espíritu de la secundaria.